De pequeño recuerdo que a mi padre y a mí nos gustaba ver una serie que ponían los sábados de madrugada en TVE. Se llamaba El hombre del maletín y era (lo supe después) la serie más cutre jamás creada. Pariente pobre de las pelis de James Bond o El santo, El hombre del maletín ofrecía su propia recreación del sofisticado mundo de los espías con una descacharrante falta de medios, demostrándonos a todos que se puede hacer un episodio para la televisión con lo que cuesta un paquete de tabaco. Un poco de imaginación, un poco de desparpajo y el siguiente episodio ya estaba listo.
Era tan frecuente ver a los mismos actores encarnar varios papeles a la vez que a veces llegué a pensar que todos los personajes estaban interpretados por su actor principal, Richard Bradford (en la foto, como el expeditivo ex agente de la CIA Mc Gill) que, por entonces, ya se había estrenado en el cine con el odioso personaje de Damon Fuller en La jauría humana (1966) de Arthur Penn.
Todo en esta serie era tan horriblemente cochambroso que uno pronto comprendía que también hacía falta algo de talento para crear algo así. Recuerdo que mi momento favorito era cuando aparecía el cuartel general de los buenos, es decir, un centro de espionaje al más alto nivel mundial y se veía en pantalla una habitación de 7 metros cuadrados con un mapa mundi como el que teníamos en la clase de Geografía de EGB. Hasta un niño intuía que algo iba mal en esta serie. Decorados cochambrosos, interpretaciones robóticas, un alarmante atrezzo y un doblaje pergueñado en algún oscuro rincón de Sudamérica, El hombre del maletín no fue un fruto más de la incompetencia o la mediocridad, sino el sueño tenaz de un incomprendido. Ojalá la repongan pronto.
Producida por los estudios ingleses ITC entre 1967-1968, la serie alcanzó los 30 capítulos, lo cual ya fue de por sí toda una proeza. Algunos de los más memorables fueron dirigidos por Charles Crichton, quien compaginó su dirección con algún episodio suelto de la psicotrónica The Avengers (de la que se hizo un remake sin pena ni gloria en 1998).
Diana Rigg y Patrick Macnea, protagonistas de The Avengers
El mundo freaky le ha dedicado algunas merecidas páginas a El hombre del maletín, entre las que me quedo con ésta.
Actualmente creo que la serie más cutre es Patito Feo que hechan en DisneyChanel. De lo cutre que es la interpretación es hasta adictiva, |||que guiones ¡¡¡ son de lo más amazing.
ResponderEliminarConsidero que el comentario expuesto en la página respecto a "El Hombre del maletín", no le hace justicia del todo a la serie de espionaje sesentera. La producción en mención puede no llenar las expectativas del comentaristas, pero tiene su mérito dentro del género y hoy es objeto de culto. Por algo será.
ResponderEliminarA propósito se dice Suramérica no Sudamérica. Como España no Españolete.
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