¿Quién no es fan de Bettie Page? Su erotismo naïf y perverso al mismo tiempo y su aire de diva vamp son más que suficientes para convertir en devoto suyo a cualquiera. Eso por no hablar de su inconfundible flequillo, que es un icono cultural americano a la altura del logo de la coca-cola, los cadillacs o la estatua de la libertad.
El pasado 11 de diciembre de 2008 moría en un hospital de Los Angeles, a la edad de 85 años, la que fuera Pin-up Queen de todos los tiempos. Una complicación derivada de una pulmonía se la llevaba a la tumba.
La verdad es que los buenos tiempos no duraron mucho para Bettie. Descubierta en 1951 por el fotógrafo Irving Klaw, e immortalizada por él como la reina del bondage, Bettie alcanzó su mayor popularidad en 1955 cuando fue Playmate del mes de enero para la revista Playboy. Y a partir de entonces todo empezo a ir de mal en peor. Un año después Klaw era arrestado por distribuir material obsceno y ella llamada a juicio. Para poner las cosas aún peor, comenzó a ser acosada por un stalker. Todo eso fue más que suficiente para que Bettie decidiera abandonar su carrera como modelo y, durante las siguientes décadas, simplemente se esfumó.
Teaserama, Irving Klaw, 1955
Lo que sabemos por uno de sus biógrafos (The Real Bettie Page: The Truth About The Queen of Pinups, Richard Foster, 1997) es que Bettie abrazó fervientemente el cristianismo al tiempo que acumulaba una serie de matrimonios rotos. Para 1963 su salud mental ya mostraba los primeros síntomas de deterioro. En 1972, después de una disputa con su por entonces marido Harry Lear (con el que se había casado en 1967), Bettie amenazó a éste y a sus hijos con un cuchillo y fue internada en un sanatorio mental. A partir de entonces, sus estancias en hospitales comenzaron a hacerse cada vez más frecuentes. En abril de 1979 volvió a atacar con un cuchillo a sus caseros sin motivo aparente y pasó siete meses ingresada. En junio de 1982 acuchilló a su compañera de piso en Santa Monica y fue acusada de intento de asesinato. Los médicos le diagnosticaron esquizofrenia y Bettie pasó los siguientes 10 años de su vida internada en el Patton State Hospital de San Bernardino. Mientras tanto, su leyenda no paraba de crecer: libros, documentales, películas (como el nefasto biopic dirigido por Mary Harron en 2005), cómics, merchandising y una creciente legión de fans. Al final de su vida, la propia Bettie Page era la persona más ajena al fenómeno Bettie Page: "No sé lo que quieren decir con icono. No creo que hiciera nada importante (...) Simplemente me sentía mucho mejor posando que que tecleando sobre una máquina de escribir durante ocho horas al día. Puede ser muy monótono".
Betty la mas hermosa, sensual, natural, todo en la dosis perfectaa!!!
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