jueves, 19 de febrero de 2009

El fascinante mundo de las parafilias

En 1886 el psiquiatra alemán Richard Kraft-Ebing publicó Psychopatia sexualis, un sabroso inventario de parafilias en el que acuñó los términos "sadismo" y "masoquismo". Kraff-Ebing utilizó el latín para el título de su obra para tratar de disuadir de su lectura al público profano. Pero contrariamente a los deseos de su autor, su trabajo pronto alcanzó gran notoriedad fuera de los círculos académicos.

De acuerdo con la ideología predominante en su época, Ebing considera que la finalidad de la sexualidad humana es la reproducción. En consecuencia, toda desviación de este fin último es una perversión. A pesar de sus prejuicios, su análisis de las desviaciones y los delirios sexuales sigue aportando más luz sobre la condición humana que muchos otros tratados de psiquiatría. Los 238 casos que componen su ensayo ofrecen un pintoresco fresco acerca de lo extraña y fascinante que puede llegar a ser nuestra sexualidad. Dos ejemplos célebres:

Caso 19. Sadismo simbólico
Un hombre en Viena visitaba regularmente a varias prostitutas sólo para enjabonarles la cara y luego quitarles la espuma con una navaja, como si las estuviese afeitando. Nunca les hizo daño, pero se excitaba sexualmente y eyaculaba durante la operación.

Caso 34. Fetichismo
X., treinta y cuatro años, profesor en un gimnasio. En su niñez sufrió de convulsiones. A los diez años empezó a masturbarse, con ideas lascivas muy extrañas. Era particularmente sensible a los ojos de las mujeres, pero como deseaba imaginar alguna forma de cópula y era por completo inocente en materias sexuales, para evitar una separación demasiado grande de los ojos, se le ocurrió la idea de asentar los órganos femeninos en la nariz. A partir de entonces sus deseos sexuales giraron en torno a dicha idea. Dibujaba correctos perfiles griegos de cabezas de mujer, pero con unas narices tan grandes que hubiera sido posible la penetración de su pene.
Un día, en un ómnibus, vio a una muchacha en quien creyó reconocer su ideal. La siguió a su casa e inmediatamente se le declaró. Rechazado, volvió una y otravez, hasta que fue detenido. X. nunca tuvo relaciones sexuales.

Cartel de la película Psychopatia sexualis

Nota para cinéfilos: hasta la fecha se han relizado dos adaptaciones cinematográficas del libro (no he visto ninguna de ellas). Sesso perverso, mondo violento (1980) de Bruno Mattei -responsable de engendros como Snuff Killer o Mondo cannibale- y Psychopatia sexualis (2006) del director estadounidense Brett Wood.

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