
Con 18 años, Bunny Bleu entró en la industria del porno como fluffer. En los viejos tiempos del celuloide, las fluffers eran las encargadas de mantener la erección del reparto masculino entre los largos cambios de toma (algo que con la aparición del vídeo se volvió innecesario). Durante ese período, Bunny tuvo tiempo para desarrollar sus habilidades en el campo por el que más tarde sería justamente recordada: la felación. Su forma de practicarla, que inevitablemente recordaba la ejecución de un instrumento de viento, es sin duda proverbial.
Pero, sobre todo, Bunny Bleu fue una survivor. Pocos años después de su estreno como actriz, en 1986, tuvo ocasión de compartir escena con una de las más grandes leyendas de la industria: John C. Holmes, mr. 32 cm (Annette Haven decía de él que si alguna vez hubiera logrado una erección completa probablemente la sangre no le hubiera llegado a la cabeza).
Sin embargo, para entonces la estrella de Holmes hacía

A finales de 1985, a Holmes se le diagnosticó SIDA. A pesar de ello, siguió trabajando hasta que su apariencia física comenzó a delatar el verdadero estado de su salud. Por cierto, que en esto Holmes se adelantó al agüillas de Marc Wallice, todo un ejemplo de ética y profesionalidad, que infectó al menos a 6 compañeras de profesión años más tarde (la información detallada está aquí).
Así que nos encontramos en 1986. La película es otro pornete insignificante de Patty Rhodes y se llama Lottery Lust.
En la última escena nos encontramos a la buena de Bunny Bleu, con sus 22 añitos y más tonta que nunca, junto al vampiro de Holmes. Señores, pasen y vean: porque sólo esta escena da más miedo que todo El resplandor.
Un enlace a su página oficial.
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