
Especialista en sucesos, Weegee trabajó como freelance para los principales rotativos de NY, haciéndose célebre por sus impáctantes imágenes de accidentes, crímenes y gentes aquejadas de cualquier forma de desgracia: ese es el espectro humano que mayoritariamente puebla sus fotografías.
Pero a pesar de que su cámara finge una despiadada indiferencia por los seres a los que retrata, bajo la aparente banalidad del mirón hay un intento de reflejar la desnudez de la vida, entendida como fragilidad, accidente y exceso (por eso no hay nada más ajeno en el fondo a su fotografía que las celebridades y los temas de sociedad, ante los que Weegee no consigue disimular su desinterés).
En 1945, se publicó su primera radiografía de Nueva York: Naked City (llevada por él al cine tres años más tarde). Repasando su obra hoy día, parece como si no hubiera mejor representación de aquella época que la ofrecida por el contraste brutal de su fotografía.
Como contrapunto a la descarnada metrópolis, a comienzos de la temporada estival, Weegee se desplazaba a Coney Island, dando a los neoyorquinos el pistoletazo de salida del verano. Sus fotografías con gran angular de las multitudes apiñadas en la playa (quizá el lado más amable de su trabajo) son hoy día un clásico.
Life-saving attempt, 1940
First aid, 1940
Coney Island, 28th of July 1940 4 o'clock in the afternoon
Coney Island
Coney Island at noon Saturday, July 5th, 1952
Sailors on the beach
Lovers on the beach, 1940
Girl watching lovers at night
Lovers on the beach
Sleeping on the beach
La Fundación Telefónica (Madrid) ha organizado una retrospectiva de su obra, hasta el 17 de mayo.
Tremendo, Weegee siempre será el perfecto indiscreto. qué buen aporte el texto y las fotos.
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